Bahía de Las Águilas es de una belleza tan impresionante que no parece real ! Bahía de las Águilas es un área protegida y esperemos que se mantenga así para siempre, siendo parte integral del Parque Nacional Jaragua. En Bahía de las Águilas no hay hoteles, tiendas o restaurantes. Sólo la naturaleza en su mejor momento. Playas de arena blanca y aguas cristalinas. Nadar, caminar y soñar. Esta localizada en la provincia de Pedernales al Suroeste de la Republica Dominicana y forma parte del Parque Nacional Jaragua.
Bahía de las Águilas una parte del Parque Nacional Jaragua. Según encuestas y opiniones a nivel local e Internacional, es en este lugar donde existen las playas más hermosas de República Dominicana. Sus playas son tan bellas, tan blancas y sus aguas tan cristalinas que asombran a sus visitantes. Es un área celosamente protegida ya que pertenece al Parque Nacional Jaragua, en Bahía de Las Águilas no ha sido aprobado aun para construir instalaciones turísticas, por lo que nos encontraremos con un área totalmente virgen e incontaminada colmada de fauna marina y flora costera. Este lugar constituye el principal ecosistema de playa de baja energía protegida dentro del Parque.
Bahía de Las Águilas fue declarada Reserva Mundial de la Biosfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el gobierno recibió el certificado que acredita a esta zona como de importancia ecológica mundial.
Actualmente existe una disputa por la explotación turística y la construcción de complejos hoteleros en el área. En sus aguas y en las de Cabo Rojo se encuentra la mayor densidad de careyes juveniles conocida del mundo. Esta zona se acaba de elegir en una reunión internacional como sitio de monitoreo para la región del Caribe, de esta especie críticamente amenazada de extinción.
En la zona se encuentran los arrecifes coralinos mejor preservados del Caribe, según lo ha dicho el Dr. pperldorm, principal especialista mundial en lambí (Strombus gigas) y ecosistemas marinos, de la Universidad de Puerto Rico. Es también una zona de cría del manatí antillano, otra especie en peligro crítico.
Los estudios que se realizaron por la Subsecretaria de Recursos Naturales de la Secretaria de Estado de Agricultura para proponer el área como protegida, incluyeron un estudio de las poblaciones y asentamientos locales. Estos estudios se realizaron entre 1981 y 1982, por el sociólogo Jesús Díaz, con inventarios de cada población existente. La inexistencia de asentamientos humanos en Bahía de las Águilas está bien documentada. Igualmente, se hicieron los estudios catastrales correspondientes. Cualquier operación de asentamiento en papeles, y posibles ventas, se habrían hecho muy posteriormente a la existencia del Parque Nacional.
EEl Plan de Manejo del Parque Nacional Jaragua publicado en 1986 establece en su zonificación el uso extensivo/recreativo de Bahía con recomendaciones para su desarrollo. El Plan de Manejo Marino, realizado y propuesto por el Grupo Jaragua dentro del marco del proyecto GEF/PNUD/ONOPLAN (1997) hace recomendaciones para la zonificación y uso de la parte marina del Parque, incluyendo Bahía de las Águilas. En este trabajo, se caracterizaron los principales hábitats marinos, y se reconoce la fragilidad de la estructura costera marina de la zona.
Aunque difíciles de ver, según las autoridades de Medioambiente, alrededor de la bahía, formando parte de los 1,374 kilómetros cuadrados del Parque Nacional Jaragua, se esconden unas 130 especies de aves de las que 10 son endémicas, 76 residentes y 47 migratorias. En sus aguas abundan los corales, las estrellas de mar, las Gorgonias Pseudoterogorgia (invertebrados marinos que parecen esqueletos de arbustos) y las praderas marinas. Es posible ver tortugas carey, pues se dice que en estas playas se encuentra el mayor anidamiento del Caribe y la mayor cantidad de careyes jóvenes del mundo. Igualmente importantes son las poblaciones de iguana rinoceronte, paloma coronita, paloma ceniza, lambies y manatíes. Plantas endémicas como la canelilla y el guanito conviven con el guayacán, el roble, el gayuco y la guazábara.
En el Parque Jaragua, establecido en 1983, también se han encontrado importantes yacimientos arqueológicos prehispánicos que registran asentamientos indígenas. En las cavernas El Guanal, La Poza y Mongó aún se pueden ver las pictografías realizadas por los taínos.
Por su gran biodiversidad, el parque fue declarado por la Unesco Reserva de la Biosfera en el año 2002, junto con los parques Lago Enriquillo y Sierra de Bahoruco. Y por otras razones la belleza de los alrededores y las pocas precipitaciones- Bahía de las Águilas se debate desde hace años entre la lujuria de los grandes empresarios turísticos que desean construir infraestructuras permanentes en la zona y el celo de los grupos ecológicos que, como la Coalición para la Defensa de las Áreas Protegidas, aseguran que se trata de un ecosistema frágil “cuya conservación y uso público demanda de una visión de futuro y un alto sentido de responsabilidad ante la sociedad dominicana y ante el mundo”. Por tratarse, además, de un área protegida, está prohibido acampar, hacer fogatas y dejar basuras entre la maleza. Por las fundas que cuelgan de los árboles y los palos secos que hay en la arena, es obvio que no todos obedecen las reglas.
Tomado de Colonial Tour y Traver.
Bahía de las Águilas una parte del Parque Nacional Jaragua. Según encuestas y opiniones a nivel local e Internacional, es en este lugar donde existen las playas más hermosas de República Dominicana. Sus playas son tan bellas, tan blancas y sus aguas tan cristalinas que asombran a sus visitantes. Es un área celosamente protegida ya que pertenece al Parque Nacional Jaragua, en Bahía de Las Águilas no ha sido aprobado aun para construir instalaciones turísticas, por lo que nos encontraremos con un área totalmente virgen e incontaminada colmada de fauna marina y flora costera. Este lugar constituye el principal ecosistema de playa de baja energía protegida dentro del Parque.
Bahía de Las Águilas fue declarada Reserva Mundial de la Biosfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el gobierno recibió el certificado que acredita a esta zona como de importancia ecológica mundial.
Actualmente existe una disputa por la explotación turística y la construcción de complejos hoteleros en el área. En sus aguas y en las de Cabo Rojo se encuentra la mayor densidad de careyes juveniles conocida del mundo. Esta zona se acaba de elegir en una reunión internacional como sitio de monitoreo para la región del Caribe, de esta especie críticamente amenazada de extinción.
En la zona se encuentran los arrecifes coralinos mejor preservados del Caribe, según lo ha dicho el Dr. pperldorm, principal especialista mundial en lambí (Strombus gigas) y ecosistemas marinos, de la Universidad de Puerto Rico. Es también una zona de cría del manatí antillano, otra especie en peligro crítico.
Los estudios que se realizaron por la Subsecretaria de Recursos Naturales de la Secretaria de Estado de Agricultura para proponer el área como protegida, incluyeron un estudio de las poblaciones y asentamientos locales. Estos estudios se realizaron entre 1981 y 1982, por el sociólogo Jesús Díaz, con inventarios de cada población existente. La inexistencia de asentamientos humanos en Bahía de las Águilas está bien documentada. Igualmente, se hicieron los estudios catastrales correspondientes. Cualquier operación de asentamiento en papeles, y posibles ventas, se habrían hecho muy posteriormente a la existencia del Parque Nacional.
EEl Plan de Manejo del Parque Nacional Jaragua publicado en 1986 establece en su zonificación el uso extensivo/recreativo de Bahía con recomendaciones para su desarrollo. El Plan de Manejo Marino, realizado y propuesto por el Grupo Jaragua dentro del marco del proyecto GEF/PNUD/ONOPLAN (1997) hace recomendaciones para la zonificación y uso de la parte marina del Parque, incluyendo Bahía de las Águilas. En este trabajo, se caracterizaron los principales hábitats marinos, y se reconoce la fragilidad de la estructura costera marina de la zona.
Aunque difíciles de ver, según las autoridades de Medioambiente, alrededor de la bahía, formando parte de los 1,374 kilómetros cuadrados del Parque Nacional Jaragua, se esconden unas 130 especies de aves de las que 10 son endémicas, 76 residentes y 47 migratorias. En sus aguas abundan los corales, las estrellas de mar, las Gorgonias Pseudoterogorgia (invertebrados marinos que parecen esqueletos de arbustos) y las praderas marinas. Es posible ver tortugas carey, pues se dice que en estas playas se encuentra el mayor anidamiento del Caribe y la mayor cantidad de careyes jóvenes del mundo. Igualmente importantes son las poblaciones de iguana rinoceronte, paloma coronita, paloma ceniza, lambies y manatíes. Plantas endémicas como la canelilla y el guanito conviven con el guayacán, el roble, el gayuco y la guazábara.
En el Parque Jaragua, establecido en 1983, también se han encontrado importantes yacimientos arqueológicos prehispánicos que registran asentamientos indígenas. En las cavernas El Guanal, La Poza y Mongó aún se pueden ver las pictografías realizadas por los taínos.
Por su gran biodiversidad, el parque fue declarado por la Unesco Reserva de la Biosfera en el año 2002, junto con los parques Lago Enriquillo y Sierra de Bahoruco. Y por otras razones la belleza de los alrededores y las pocas precipitaciones- Bahía de las Águilas se debate desde hace años entre la lujuria de los grandes empresarios turísticos que desean construir infraestructuras permanentes en la zona y el celo de los grupos ecológicos que, como la Coalición para la Defensa de las Áreas Protegidas, aseguran que se trata de un ecosistema frágil “cuya conservación y uso público demanda de una visión de futuro y un alto sentido de responsabilidad ante la sociedad dominicana y ante el mundo”. Por tratarse, además, de un área protegida, está prohibido acampar, hacer fogatas y dejar basuras entre la maleza. Por las fundas que cuelgan de los árboles y los palos secos que hay en la arena, es obvio que no todos obedecen las reglas.
Tomado de Colonial Tour y Traver.
Fotos Domingo Acevedo