El impacto de los huracanes en el Caribe.
El Caribe es la región del continente Americano que está bañada por el mar Caribe, que es uno de los mares interiores más grandes del mundo, esta región está compuesta por un grupo de islas llamadas Antillas mayores y Antillas menores, además el mar Caribe baña algunos países de Centro y Sur América.
Estas islas producen menos del uno por ciento de los gases de efecto invernadero pero su ubicación las hace vulnerable a los efectos de este fenómeno y muy especialmente a los efectos de los huracanes ya que están ubicadas en su ruta, que las afecta todos los años del primero de junio al treinta de noviembre.
Los huracanes son fenómenos atmosféricos que se forman en océanos calientes (generalmente tropicales) y de ahí succionan la energía de la evaporación y la condensación. Son característicos por tener una fuerte área de baja presión en la superficie y una alta presión en los niveles altos de la atmósfera. Son altamente destructivos, ya que producen fuertes lluvias con vientos de al menos 120 km/h, llegando sus ráfagas, en algunas ocasiones, a más de 300 km/h. Dependiendo de la intensidad de sus vientos van de categoría uno hasta categoría cinco y constituyen una amenaza para la región del Caribe.
Los huracanes no son una consecuencia del cambio climático pero este incide para que estos sean cada vez más fuertes, más frecuentes y hasta fuera de épocas.
El cambio climático constituye una gran amenaza para nuestras islas ya que sus efectos son medioambientales y su impacto afecta directamente sus economías de países subdesarrollados que dependen de la agricultura, la pesca y el turismo.
Debemos precisar que los huracanes impactan de manera directa a las poblaciones más empobrecidas que por sus mismas condiciones económicas tiene que vivir en zonas vulnerables.
Todos los años del primero de junio al treinta de noviembre vivimos el mismo drama de los desplazados por los ciclones y las tormenta, que producen fuertes vientos, lluvias anormales, que producen inundaciones, que a su vez producen cuantiosas pérdidas económicas y humanas.
Los desastres ocasionados por las condiciones meteorológicas extremas implican para el Caribe un alto costo social y económico. En mayo del 2004 la aldea de Fond Verettes fue completamente destruida por las inundaciones y los deslizamientos de tierra luego de que fuertes lluvias devastaron parte de Haiti y Republica Dominicana.
En el 2005 el Caribe tuvo una temporada ciclónica por encima de todos los récord anteriores y un blanqueamiento masivo de corales.
Entre mediado de agosto y principio de septiembre Haití fue abatido por por cuatro tormentas tropicales y huracanes seguido,que afectaron a más de 165.000 familias y murieron cerca de 793 personasy causaron pérdidas por 89 739 millones de dólares,este evento está considerado como el peor desastre natural del 2008.
La la isla de Santo Domingo ha estado permanentemente en el ojo de los huracanes: más de 76 reportes de estos evidencian la vulnerabilidad de la de esta isla , que comparten Rep.Dominicana y Haití.
Sin embargo, los ciclones que mayores daños han ocasionado en la República Dominicana son San Zenón en 1930, dejando a su paso más de 2 mil muertos y quince mil heridos, en barrios y parajes completamente destruidos. Debido a la pobre infraestructura la ciudad quedó prácticamente bloqueada.
El huracán David en el 1978 entró al territorio dominicano entre Haina y San Cristóbal con vientos de 240 kilómetros por horas, dejó la nación en ruinas con un saldo de muertos, desaparecidos y damnificados que nunca pudo ser determinado, destruyendo en más de un 70 por ciento el alumbrado eléctrico y telefónico en Santo Domingo, San Cristóbal y Baní.
También ocasionó daños en gran parte del sistema vial derribando puentes y dañando carreteras, canales de riego y otras estructuras.
El 4 de septiembre, cuatro días después, la tormenta Federico con seis días seguidos de lluvias, lo que causó inundaciones que terminaron por arrasar gran parte de las plantaciones agrícolas, y provocó la muerte de miles de reses y aves de corral.
El día 22 de septiembre de 1998 afectó el territorio dominicano el huracán Georges, acompañado de vientos de 200 kilómetros por hora, produciendo olas de 12 pies y una presión de 971 milibares. Las precipitaciones acaecidas provocaron el desbordamiento de los principales ríos y presas del país; los daños a la agropecuaria se calcularon en RD$7,000.000.00, en el sector agrícola: RD$4,256.407; en el sector avícola RD$893,400.000.00; energético RD$120,mil viviendas.
Las regiones donde más daños causó fue la región Este y en Sur, dejando huellas catastróficas en San Juan de la Maguana, muy especialmente en el lugar denominado sector de mesopotamia.
El 2007 fue otra época triste para la República Dominicana por el paso de las tormentas tropicales Noel y Olga. Unicef informó de unos 61,000 pobladores desplazados de sus hogares.
Más recientemente el Caribe se vio afectado por dos Huracanes casi consecutivos Irma y María que a su paso por las islas del caribe sembró destrucción y muerte. En Anguila, Barbuda, Dominica, Martinica, Barlovento, San Martín y Puerto Rico los edificios, el sistema eléctrico y telefónico quedaron prácticamente destruidos, así como la agricultura, dejando también miles de personas desplazadas por todo el Caribe incluyendo a la República Dominicana, Haití y Cuba
Estos dos huracanes de categoría cinco dejaron: 50 muertos en el Caribe y el estimado en pérdidas económicas es de 70,000 mil millones en Puerto Rico, en Antigua y Barbuda 300 mil millones, Bahamas 500 mil millones, en Cuba y otras islas del caribe 30,000 mil millones
La ONU estima 1000 millones de dólares para la reconstrucción de Barbudas, Turcos y Caicos, Dominica, Anguila, y las Islas Vírgenes Británicas, además Justin Ram del Banco de Desarrollo del Caribe estimó que una caída del 1% en el número de visita de turistas al Caribe podría significar que la región pierda alrededor de 138 millones de dólares, que a largo plazo podría significar un golpe de 214 millones de dólares para el PIB de la región.
En la República Dominicana por el paso de Irma y María, según el ministro de Obras Públicas quedaron ocho mil personas desplazadas, 17 comunidades incomunicadas y 63 millones de dólares en daños a la infraestructura,para Oxfam, las pérdidas rondan entre el 90 y el 100 por ciento en los cultivos de arroz y banano en las zonas afectadas, en consecuencia deja sin medios de vida a quienes de dedican a la agricultura en pequeña escala y pone en riesgo su seguridad alimentaria.
Como podemos ver estos fenómenos que cumplen una función en la naturaleza como es la de enfriar los océanos, llevar agua al las zonas que la necesitan, combaten las bacterias y la marea roja, proporcionan un balance a la temperatura del planeta, reconstruyen las islas barreras, limpian los ríos, y ayudan a renovar la vida silvestres, se convierten en un grave problema para nuestros países que nos encuentran en su ruta ya que no hemos adaptado nuestro modo de vida al paso de estos fenómenos con los que obligatoriamente tenemos que vivir todos los años en una determinada época.
Los Huracanes también dejan secuelas emocionales en las personas que en estos eventos naturales pierden familiares y en un momento también pierden todo lo que les ha costado años construir
Los que más sufren la embestida de los huracanes son las poblaciones empobrecidas que tienen que vivir marginadas, junto a ríos arroyos y cañadas, cerca de las costas marítima, etc. cuyos gobiernos se hacen indiferentes ante esta problemáticas y no reubican a estas poblaciones en lugares seguros,niles facilitan los recursos para construir viviendas resistentes a los huracanes, teniendo como consecuencia consecuencias dramáticas todoslos años.
El cambio climático altera de manera directa nuestro modo de vida, nuestra economía, la salud y nuestro desarrollo por lo que aspiramos:
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Tener acceso a fondos disponibles para la adaptación y la mitigación, acceder a los conocimientos y la tecnología para reducir los riesgos de los desastres naturales y salvar vidas.
Que los gobiernos y las organizaciones internacionales aborden de manera obligatoria los riesgos y las vulnerabilidades que afectan a las personas que habitan en la pobreza.
Pedimos que la reducción de desastres naturales (cambio climático) sea una prioridad nacional en cada uno de las islas del caribe y que sea asumido por el estado, el sector privado y la sociedad civil.
Que como países adoptemos un sistema de respuesta temprana ante los visos de huracanes para la reducción de pérdidas humanas y económicas.
Que nos encaminemos a pasos firmes hacia un mundo sin combustibles fósiles.
Y por último pedimos que los países con economías desarrolladas y emergentes no pongan sus intereses económicos por encima de los intereses del planeta y garanticen el cumplimietodelos acuerdos de las cumbres tendentes a mantener la temperatura por debajo de los dos grados centígrados.
Domingo Acevedo.
Justicia Climática Rep. Dominicana.
www.justiciaclimaticard.blogspot.com
Oct/2017
